Concebida como el centro del poder político y militar del reino de Granada, la Alhambra fue la residencia oficial de los sultanes nazaríes, quienes quisieron reflejar la grandeza de la cultura islámica a través de la creación de numerosos palacios y jardines. Este afán constructor dio lugar a un recinto imponente que se ha acabado convirtiendo en el principal referente de la arquitectura hispanomusulmana debido a su refinamiento y exuberancia ornamental.